Roma nació en el siglo VIII antes de Cristo. En Roma se
produce la ruptura completa entre los ejercicio atléticos y los ejercicio
higiénicos. En la palestra los jóvenes romanos practicaban una gimnasia. Los
juegos atléticos tenían en Roma un carácter de espectáculo. Los jóvenes Romanos
sólo frecuentaban el anfiteatro como espectadores, dejando estas prácticas en
mano de profesionales reclutados entre los pueblos bárbaros.
El ciudadano Romano promedio creía que el ejercicio era
solamente necesario para la salud y pare el entrenamiento bélico. No se
vislumbraba el valor de juego como algo placentero durante el tiempo libre.
En gimnasia los romanos no innovaron. Los romanos nunca se
pusieron de acuerdo sobre la educación física.
El tipo de gimnasia que más proliferó en Roma fue la
gimnasia atlética y profesional que se manifestaba en los espectáculos de lucha
y que despertaba pasiones muy fuertes entre los espectadores.
La educación física romana se puede comparar con la
desarrollada en Esparta. Se competía en natación, lucha y atletismo, todo hacia
un desarrollo físico de los jóvenes romanos con fines militares.
El entrenamiento físico para los niños estaba orientado casi
exclusivamente hacia fines militares. Se consideraba a la actividad física
importante aparece el desarrollo de una buena condición física y para servir al
estado cuando así se los solicite la nación.
Los romanos no tenían una valoración estética del cuerpo, no
buscaban la síntesis entre armonía física y el desarrollo mental, sino, el
cuerpo era para ellos un instrumento a someter a la razón y a la voluntad, o
una fuente de placeres.
Los romanos no creían en la belleza y simetría del cuerpo,
ni en la armonía o el desarrollo equilibrado del individuo. Se enfatizaba en el
juego bruto, sucio y sangriento. Sin embargo, era considerado de gran
importancia un alto sentido de morales.
Los romanos no tenían una filosofía educativa que proyectara
el desarrollo integral del individuo. Eran más bien espectadores que
participaban en deportes, prefiriendo el profesional y el de gladiadores. Como
espectadores, los romanos, demandaban una violencia insaciable.
La atención al cuerpo entre los romanos cultos tenía más que
ver con una vida regalada y de placer que con un fin formativo. Otras veces,
por el contrario y como es el caso de Cicerón, se muestran contrarios a la
gimnástica salvo en la medida en que haga del cuerpo un buen instrumento de la
voluntad, es decir, para subordinarlo a la "humanista" que requiere
costumbres sobrias.
El tipo de
gimnasia que más proliferó en Roma fue la gimnasia atlética y profesional que
se manifestaba en los espectáculos de lucha y que despertaba pasiones muy
fuertes entre los espectadores; espectadores que buscaban estos espectáculos
como contrapunto a su vida ociosa. Es la degeneración de la gimnasia.
En seis siglos la inversión de valores se consuma. Después de un período de olimpismo y de culto a la belleza y a la fuerza corporal, el espíritu adquiere cada vez más relieve, desplazando al ejercicio físico, que se atrinchera en su función higiénica, lo cuál es incluso contestado en la Roma imperial.
pudreteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee
ResponderEliminarJajajajaj
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